Para un conductor su camión es mucho más que una herramienta de trabajo, es su hogar. Movilizan mercaderías por todo el territorio, sosteniendo la economía del país. Por este motivo, pasan días, incluso semanas lejos de sus familias. Es entonces, que la cabina pasa a convertirse en el lugar donde trabajan, descansan, viven. Utilizan las áreas de servicio para comer, ducharse y dormir. Pero además, han debido adaptar las cabinas de acuerdo a sus necesidades más básicas, dotándolas de cafetetas, televisores, incluso hornos microondas, con el fin de poder hacer sus vidas más cómodas. Luego vuelven a sus casas, hasta que deben regresar otra vez a la carretera. Es la vida de estos nómadas modernos. Sin duda, es una vida sacrificada, en la que estos hombres y mujeres dedican su vida al “transporte de carga”. Una dedicación que enorgullece a Transportes Pezzola, que nos exhorta a continuar con una tradición de eficiencia y servicio.