El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, anunció una propuesta para aplicar un arancel específico a los vehículos pesados procedentes de Chile que transiten por rutas del sur argentino, argumentando que el intenso movimiento de camiones chilenos contribuye al deterioro de las rutas. Torres explicó que su iniciativa busca cobrarles una tasa a los camiones chilenos que atraviesen la provincia por la ruta 40, buscando así reducir el impacto del tránsito de estos vehículos, en un contexto donde Chile enfrenta limitaciones geográficas que dificultan su infraestructura de conexión con el sur del continente.
Este anuncio se enmarca en una historia económica que refleja el crecimiento de Chile en las últimas décadas, pasando de exportar USD 15.000 millones a más de USD 100.000 millones, invirtiendo en su infraestructura vial aproximadamente USD 30.000 millones desde 1993. Aunque Chile ha avanzado en la construcción de puentes y barcazas para conectar su territorio, estas obras de gran escala aún tienen un costo estimado de USD 10.000 millones y un plazo de medio siglo para su culminación, según un estudio del Ministerio de Obras Públicas de 2023.
Por otro lado, Argentina también ha experimentado altibajos económicos en este período; en 2024, sus exportaciones alcanzaron los USD 80.000 millones. En la actualidad, en la Patagonia chilena, el movimiento de carga y transporte de productos ha sido fundamental para el crecimiento regional. La región de Magallanes, en particular, logró diversificar su economía con actividades como la producción salmonera, la pesca, el petróleo, y el turismo internacional, alcanzando exportaciones de más de USD 1.200 millones y recibiendo aproximadamente USD 400 millones en ingresos turísticos.
El acuerdo bilateral de 1976, ratificado por Ley Nº 21.458, permitía el tránsito de camiones entre ambos países, en un contexto en el que Chile entonces exportaba principalmente cobre y minerales. En esa época, Magallanes era una región con menos de 70.000 habitantes en Punta Arenas, con un papel menor en la economía chilena, centrada en la minería y el carbón en Río Turbio, Argentina.
Con el tiempo, la economía de la región se ha expandido significativamente, impulsada por la exportación de salmones, petróleo, gas y otros recursos, alcanzando exportaciones por más de USD 1.200 millones, y la zona se ha transformado en un polo importante en la economía nacional. El crecimiento del movimiento de camiones ha sido coherente con el desarrollo económico regional; en 30 años, Chile pasó de USD 15.000 millones en exportaciones a más de USD 100.000 millones, en gran parte debido a los sectores de salmonicultura y fruticultura.
Recientemente, el intendente de Bariloche, Walter Cortéz, también propuso cobrar tasas por el tránsito trasandino, pero su proyecto no prosperó debido a las restricciones del acuerdo bilateral y la resistencia de las comunidades locales.
El gobernador Torres pretende que la legislación provincial autorice a cobrar una tasa por mantenimiento de la ruta 40 a los camiones chilenos en tránsito, argumentando que, debido a la inversión en infraestructura y el desgaste ocasionado por el tránsito, sería justo que quienes utilizan esa ruta asuman parte de su costo. Además, busca superar los obstáculos del acuerdo de libre circulación firmado en 1974, que en su momento respondía a una realidad distinta, pues Chile era entonces una economía emergente con menor tránsito internacional.
Por su parte, representantes gremiales, como Jaime Cárdenas, presidente de la Unión de Transportistas de Magallanes, señalaron que sus camiones generalmente operan con cargas de aproximadamente 42 toneladas, por debajo del límite de 45 toneladas, y que no son el principal causante del deterioro vial. Critican además que Chile ya paga tasas al ingresar y salir de Argentina, y que no entienden por qué se pretenden cobrar aranceles adicionales, dado que las rutas argentinas también están en mal estado y con deficiencias estructurales.
Actualmente, los camiones chilenos deben pagar alrededor de $1000 pesos argentinos en Migraciones, además de otros costos por servicios de SENASA y tasas por el cruce fronterizo, los cuales pueden sumar unos $100.000 pesos argentinos en total. Algunos gremiales denuncian que las autoridades chilenas no controlan adecuadamente el peso de los camiones argentinos que circulan por Chile, y que las rutas argentinas, en particular en la Patagonia, están parchadas y en mal estado, reflejando una inversión sustancial por parte de Chile en su infraestructura vial en las últimas décadas.
En conclusión, la propuesta del gobernador de Chubut se enmarca en un contexto de creciente complejidad en la relación bilateral, motivada por las cuestiones económicas, de infraestructura y de logística, y genera un debate sobre la justicia de cobrar tasas a los transportes extranjeros, la responsabilidad de los Estados en mantener sus rutas y la necesidad de acuerdos que reflejen la realidad actual de ambos países.
Como empresa dedicada al transporte de carga, en [Transportes Pezzola] consideramos lamentable esta noticia. Desde nuestra mirada empresarial, consideramos fundamental reconocer que el transporte internacional requiere de acuerdos claros, equitativos y que reflejen las realidades actuales. La implementación de tasas adicionales puede generar tensiones y afectar la competitividad de las empresas, además de poner en evidencia la necesidad de invertir en infraestructura vial en ambos lados de la frontera, para garantizar condiciones justas y seguras para todos.