La reciente modificación a la ley de cabotaje marítimo marca un hito significativo en el sector del transporte, prometiendo un impacto positivo en la competencia y la generación de nuevas oportunidades económicas. Se anticipa la creación de 2.000 nuevos empleos en las pequeñas y medianas empresas (PYMES) de transporte terrestre, así como la adición de 78.000 fletes adicionales al mercado.

Según un estudio de la CNDC, la apertura del mercado de cabotaje marítimo beneficiará directamente a los puertos, fomentando la competitividad y rompiendo con la concentración oligopólica que históricamente ha predominado. Juan Araya, presidente de la CNDC, enfatizó que la nueva ley «hará efectiva la libertad de comercio» para las PYMES, permitiéndoles participar activamente en la cadena logística y acceder a tarifas más competitivas.

El incremento de 78.000 fletes representa una valiosa oportunidad para la renovación y modernización de las flotas de transporte, especialmente para las pequeñas empresas, que podrán mejorar su competitividad. La CNDC, firme defensora del libre mercado, respaldó la ley en el parlamento, considerándola un paso fundamental para introducir la competencia en un sector dominado por un número reducido de empresas. La promulgación de la ley, celebrada en el puerto de San Antonio el pasado viernes 7, contó con la presencia de los ministros de Economía y Energía, Álvaro García, y de Transportes, Juan Carlos Muñoz.

Los análisis de la CNDC anticipan una reducción considerable en los costos de transporte. Se espera que las tarifas de fletes para graneles líquidos disminuyan entre un 21% y un 43%, mientras que las tarifas por contenedor de carga general podrían caer entre un 17% y un 35%. Anteriormente, el cabotaje naviero, es decir, el transporte de mercancías entre puertos chilenos, estaba restringido a empresas nacionales, limitando la participación de competidores internacionales. La nueva ley rompe esta barrera, abriendo el mercado a la competencia, promoviendo la eficiencia y reduciendo los costos para los usuarios.

En resumen, la nueva ley de cabotaje representa un avance significativo en la búsqueda de un mercado más competitivo y dinámico. Al abrir el sector a la competencia internacional, se espera una mejora en la eficiencia, una reducción de costos y, sobre todo, la creación de nuevas oportunidades para las PYMES. Si bien la implementación de esta ley puede presentar desafíos iniciales, como la adaptación a un mercado más competitivo, los beneficios a largo plazo, en términos de crecimiento económico, creación de empleo y precios más justos, son significativos. Este cambio legislativo subraya la importancia de la competencia como motor de desarrollo y la necesidad de adaptar las regulaciones para promover un entorno empresarial más equitativo y eficiente, beneficiando a todos los actores del sector. [Transportes Pezzola], como empresa comprometida con el desarrollo del sector y el bienestar de la comunidad, apoya firmemente los beneficios que esta medida traerá, especialmente en lo que respecta a la generación de empleo y el fortalecimiento de la competitividad en el mercado del transporte.