La situación en Santiago ha tomado un giro alarmante tras las recientes protestas de los recolectores de basura de la Municipalidad, quienes han decidido paralizar sus actividades en una acción que refleja la urgencia de sus demandas laborales. Con un despliegue de 50 camiones recolectores que bloquearon la calle Padre Orellana, los trabajadores han puesto en el centro del debate público la crítica condición de los vehículos que utilizan para llevar a cabo su labor, muchos de los cuales superan la década de antigüedad.
Los recolectores han alzado la voz en defensa de condiciones adecuadas para desempeñar su tarea fundamental en la limpieza de la ciudad. Según informan, los camiones en uso están en mal estado y frecuentemente sufren fallas mecánicas a mitad de su recorrido, lo que no solo dificulta su trabajo, sino que también pone en riesgo la higiene de las áreas que deberían ser atendidas. A esto se suma la frustrante situación de nuevos camiones adquiridos hace apenas tres meses, que permanecen inoperativos y estacionados, lo que ha exacerbado la indignación entre los trabajadores.
A pesar de la paralización, los recolectores han mantenido un canal de diálogo con las autoridades municipales, expidiendo las preocupaciones que los llevaron a esta medida drástica. Sin embargo, el pesimismo se cierne sobre la posibilidad de que la protesta se prolongue si no se logran avances en la resolución de sus demandas. La ciudadanía, por su parte, ha reaccionado con sorpresa y preocupación al notar la ausencia de los camiones en sus rutas habituales, generando inquietud sobre las implicaciones de esta movilización en la limpieza de la ciudad.
Gonzalo Durán, delegado presidencial de la Región Metropolitana, ha hecho eco de las demandas de los trabajadores, recordando que las movilizaciones no son un fenómeno nuevo en la capital. Durán enfatizó la necesidad de que la Municipalidad responda con rapidez y eficacia, activando todos los recursos a su disposición para garantizar la salud pública y prevenir problemas sanitarios. “Es esencial que el municipio despliegue todas las capacidades que tenga para evitar problemas sanitarios”, subrayó, anunciando la posibilidad de implementar estrategias regionales en colaboración con otros organismos y el Seremi de Salud, si la situación lo requiere.
Mientras tanto, la comunidad santiaguina observa con creciente inquietud el desarrollo de un conflicto que no sólo afecta a los recolectores, sino que también repercute directamente en la calidad de vida de sus habitantes. Transportes Pezzola llama al diálogo entre las partes, el desenlace de esta movilización dependerá en gran medida de la voluntad de diálogo entre los trabajadores y las autoridades municipales. La preocupación por la higiene y la salud pública en la capital se mantiene latente, poniendo de manifiesto la necesidad de un compromiso efectivo por parte de todos los actores involucrados para resolver esta crisis.