Estamos a horas en que Chile deberá concurrir a las urnas para aprobar o rechazar el borrador de la nueva Constitución. La duda e incertidumbre se ha instalado en los mercados, y mucho más en la población. Es por eso que [Transportes Pezzola], desea aportar este pequeño análisis sobre como una materia tan sensible como la economía, se vería afectada con lo planteado en el borrador constitucional.

De acuerdo a analistas internacionales, el borrador de la nueva Constitución es menos radical de lo que muchos pensaban, poniendo énfasis en derechos sociales, y no viendo amenazas a la propiedad privada o al rol del mercado en la economía chilena. Aún así, encienden luces de alerta ante una economía donde el Estado tendrá un rol mayor, y anticipan una subida de impuestos y mayores regulaciones e inseguridades para la minería, salud y pensiones.

Los más pesimistas, ven una seria desprotección a los pequeños y grandes emprendedores frente al Estado, al ser omitido los límites del llamado Estado Empresario, en comparación a la actual regulación constitucional.

Al introducirse mayor rigidez en los mercados laborales y de capitales, se teme que esto desincentive la inversión y, por lo tanto, se vea afectado el crecimiento del país.

La titularidad sindical que consagra esta propuesta, fuerza necesariamente a los trabajadores a asociarse a un sindicato para poder negociar colectivamente al declararle como únicos representantes de trabajadores y trabajadoras ante el o los empleadores. Además, existen graves tensiones con la regulación del Derecho a huelga.

Entonces, hay que tener presente que la Economía no se mueve con intenciones, sino que con lineamientos claros que permitan a los países generar riqueza.