La crisis laboral que atraviesan cientos de camioneros en Chile ha generado una creciente alarma entre los representantes del sector. La Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC) ha expresado su profunda preocupación ante la reciente serie de bloqueos en la ruta Arica – Bolivia, provocados por la paralización de operaciones de la minera Quiborax. Esta situación no solo impacta a los trabajadores de la empresa, sino que también afecta a la comunidad de transportistas, desencadenando un grave problema social y económico.

El descontento de los empleados de Quiborax se intensificó tras los despidos masivos ordenados por decisiones del tribunal ambiental, que resultaron en la pérdida de contratos fundamentales para los camioneros. En total, 720 transportistas han quedado sin empleo, lo que representa una situación insostenible para sus familias y el ecosistema económico de la región. La paralización de la ruta ha generado pérdidas significativas, afectando gravemente la conectividad y el comercio tanto a nivel nacional como internacional.

Ante esta crisis, la CNDC hace un llamado urgente al Gobierno chileno para que implemente medidas efectivas de manera inmediata. La falta de acción por parte de las autoridades solo ha aumentado las tensiones en el sector. La pérdida de empleo no afecta únicamente a los camioneros, sino que también pone en riesgo la estabilidad económica de la región, donde el transporte es vital para la conexión entre Arica y el interior del país, así como para el comercio internacional.

El bloqueo en la ruta Arica – Bolivia, la única vía de alto estándar que interconecta a Chile con su vecino, ha generado el corte del paso, impidiendo la circulación de vehículos, incluidos los de transporte bolivianos. Esta inacción ha suscitado la preocupación de la comunidad internacional, especialmente de las autoridades bolivianas, que han expresado inquietudes por la violación de acuerdos binacionales que aseguran el libre tránsito de mercancías y transportes.

La CNDC ha reiterado su disposición para colaborar con el Gobierno en la búsqueda de soluciones que permitan aliviar la situación de los más de 700 camioneros afectados. Es fundamental establecer un diálogo productivo que incluya a todas las partes involucradas, con el fin de encontrar alternativas viables que reanuden la actividad económica y restablezcan los caminos de trabajo para los camioneros.

La urgencia de la situación no solo exige atención inmediata, sino también un compromiso a largo plazo por parte del gobierno y los actores involucrados para garantizar la estabilidad laboral. Es esencial proteger los derechos de quienes sustentan con su trabajo el transporte en Chile y su conexión internacional. [Transportes Pezzola] espera que esta crisis sea resuelta prontamente, reivindicando la importancia del sector en la economía del país y el bienestar de quienes dependen de él.