En Chile está prohibido la importación de vehículos de segunda mano; principalmente camiones. Lamentablemente, se ha descubierto un ilícito negocio que ha estado ingresando una enorme cantidad de estas maquinas al país, la mayoría procedentes de Europa, y que son puestas en circulación, con todos sus papeles en regla.
La formula para burlar la prohibición, consiste en hacer ingresar los camiones desarmados en partes y piezas: cabinas, motor, neumáticos, y un largo etc, que se expresita como mercadería usada. Tras cruzar la frontera, son armados en talleres clandestinos y, mediante un breve procedimiento judicial, quedan inscritos en Chile, habilitados para luego ser vendidos a muy bajo precio.
Pese a la querella entablada por la Aduana, todavía, algunos juzgados civiles siguen dando curso a su inscripción, consolidado una actividad que mueve millones de pesos. Solo el año pasado se inscribieron 41 de estos camiones, con un valor de $994.601.000
¿Simple negligencia o hay algo más tras esta importación de vehículos prohibidos?
Estamos ante jueces y abogados, que, pese a las restricciones vigentes, autorizan la inscripción de camiones desechados en países desarrollados.
Un sumario dirigido por la sexta fiscalía de judicial de Santiago busca dar responsabilidades administrativas por estos hechos.
Como lo hemos dado a conocer anteriormente en nuestra página de [Transportes Pezzola], este mercado informal, que ha descubierto la manera de inscribir vehículos “hechizos”, pone en riesgo la vida de todos quienes hacemos uso de las rutas interurbanas.